Información biográfica sobre artistas y escritores vinculados con el teatro colombiano.

Nombre y Apellido: Javier Dario Diaz Torres
Biografia: Prueba de Biografia
Nombre y Apellido: Toro, Maruja
Biografia: Maruja Toro nació en Ibagué en 1920 y murió en Bogotá en junio de 1980, a la edad de 60 años. Como una paradoja de su existencia murió de una grave enfermedad en la garganta, el mismo órgano que le había servido para recitar poemas desde muy niña en su colegio y para ganarse la vida en la radio, el teatro y la televisión. La declamación continuaría siendo siempre una de sus actividades preferidas y, acorde con su tiempo, estuvo invitada a numerosos recitales poéticos en distintas salas culturales, entre ellas la del Museo Nacional y la de la Biblioteca Nacional. De su matrimonio con Luis Carlos Zuluaga nacieron diez hijos; tal vez por su condición de madre prolífica y por su talante, se le conocía desde muy joven como Doña Maruja. Un artículo publicado en la revista Cromos en 1957, aludía a ella como: “muy modesta, callada, suave, discreta en su figura y en su atuendo, de hablar pausado y bajo, casi en intimidad”, y luego concluía con otros rasgos de su personalidad: “alta y sencilla figura, llena de secreto fuego y de intensidad emotiva”. Maruja se licenció como locutora en 1947, y su primer trabajo lo realizó en la emisora Ecos del Combeima, en su natal Ibagué. Después se trasladó a Bogotá donde entraría a formar parte del Grupo Escénico de la Radiodifusora Nacional, bajo la dirección de Bernardo Romero Lozano. Más tarde trabajó en las emisoras Nuevo Mundo y en Nueva Granada. En 1954 trabajó en teatro, con la compañía del actor y director colombiano Alejandro Barriga, en la obra Flor de jardín extraño, montaje apoyado por Extensión Cultural del Ministerio de Educación, el cual no subiría a la escena en el Teatro de Colón por incumplimiento de dicha institución oficial. Al año siguiente, durante la Semana Mayor, doña Maruja participó en el montaje de El mártir del Gólgota, obra compuesta por 21 cuadros, bajo la dirección de Pepe Montoya. También formó parte de la Compañía de Mary de Vásquez y de la Bogotana de Comedias de Luis Enrique Osorio. En esta última permaneció durante más de un año. En 1967 formó parte de la compañía del director colombiano Enrique Wilford, con la cual viajó en gira artística por el país, Ecuador, Perú y Venezuela. Con este mismo director asistió al Festival Internacional de Teatro, en México, donde ganó el premio como mejor actriz en la obra No me descubras Cristóbal. De los tres medios en los que ella se desenvolvió, prefería la recién inaugurada televisión, a donde ingresó en 1955. Era el tiempo en que no existían los recursos técnicos actuales y los artistas salían al aire en directo, actuando en obras del teatro universal. Según sus palabras, una actriz no podía mostrar gran solidez artística en la radio y en el teatro, solidez que sí le ofrecía la televisión, por “el hecho de que las cámaras no pueden disimular los defectos de mímica, actitud y expresión, que pasan inadvertidos en el teatro y la radio. Además, se requería una memoria clara y precisa para actuar con soltura, ya que el actor que trabaja pendiente del consueta, no puede estar natural. En resumen: la televisión es la mejor escuela para el actor”. El debut de Maruja Toro en la televisión se produjo con la obra de Arthur Miller Todos eran mis hijos, y la crítica la recibió muy bien por su excepcional desempeño en una pieza tan difícil. A partir de este momento los directores buscaron su participación en otras obras y programas dramatizados, como La picota en la antena, de Esteban Sanz; Barrizales, con la dirección del director español Carlos Lemos; Relatos famosos, Yo y tu, dirigidos por Alicia del Carpio; La novela, dirigida por Luis Linares; Historia del teatro, de Manuel Drezner, entre otros muchos de la naciente televisión colombiana. A finales del decenio cincuenta participó en el programa Teleteatro, en la obra Llegaron a una ciudad, de J. B. Priestley, con la dirección de Boris Roth. Y en el decenio siguiente, en el mismo programa, en las piezas: Antígona de Jean Anohouil y El refugiado de Lewis Beach, dirigidas por Manuel Drezner; Liliom de Ferenc Molnar, con la dirección de Paco Barrero; La fugitiva de Ugo Betti, dirección de Pepe Sánchez. Así mismo, participó en otros programas como Ciclo de Comedia, Ciclo de Teatro Clásico y Ciclo de Teatro Universal, en obras de los más reputados comediógrafos y dramaturgos del canon occidental. Y a medida que la televisión fue cambiando, ella seguiría vinculada con el medio.
Nombre y Apellido: Restrepo, Juan de Dios
Biografia: Nació en Amagá (Antioquia) en 1825 y murió en Ibagué en 1859. Escritor, periodista y crítico de teatro. Escritor también de cuadros de costumbres. Gracias a sus columnas en la prensa bogotana y medellinense hoy se puede conocer la actividad teatral de algunas compañías artísticas. En las críticas de teatro era jocoso y ameno, consideraba que el teatro debía llevar un mensaje moral a la sociedad y bajo este postulado analizaba las obras teatrales. Fue muy popular en Colombia por su modo de ser social, su talento original y su forma de contar anécdotas picantes y festivas. Sus luchas periodísticas las libró especialmente entre 1844 y 1859. Escribió bajo seudónimos, como: Juan Algarrobo, Emiro Kastos. Este último lo fue también del escritor venezolano Fermín del Toro. Restrepo lo adoptó porque le pareció sonoro. Colaboró en los periódicos El Neogranadino y El Tiempo de Bogotá, y El Pueblo de Medellín. Perteneció activamente al Partido Liberal y le prestó grandes servicios. En 1860 fue enviado en comisión política por el Comité Liberal Nacional ante el general Mosquera, y desde ese entonces siguió a este caudillo. Desempeñó el consulado general de Colombia en New York, en la administración del general Eustorgio Salgar (abril de 1870-abril de 1872).
Nombre y Apellido: Ramírez Barrero, José Joaquín
Biografia: Conocido como Paco Barrero nació en 1938 y falleció el 4 de mayo de 2017. Fue maestro de maestros e hizo parte de una de las etapas más agitadas del teatro colombiano, y sin dejar su incansable labor en la docencia actoral, entregó un sólido legado a su larga lista de alumnos. Barrero estudió con Víctor Mallarino Botero en la escuela del Teatro de Colón, en la Escuela Nacional de Arte Dramático y en la Escuela Distrital de Teatro, génesis de la Facultad de Artes de la Universidad Distrital. Director de los grupos: Casa de la Cultura de Cúcuta, junto a Germán Moure (1962 – 1966), Teatro Taller de la Universidad Distrital (1967 – 1980) y Compañía de Teatro TELECOM (1985 – 1987). También fue profesor y director de montajes de la Academia de Teatro Charlot (1988 – 1994), fundador de la escuela de formación actoral Estudio XXI (1994) y profesor asociado de la Universidad Distrital (2001 – 2004). A finales de los años cincuenta fue cofundador del Club de Teatro El Búho con teatristas como Santiago García, Fausto Cabrera, acompañados de escritores, poetas y periodistas, posiblemente el primer grupo de teatro experimental de Bogotá. Después y junto con él, Kepa Amuchástegui, Germán Moure, Consuelo Luzardo, Gustavo Mejía y Eddy Armando, entre otros, fundaron el laboratorio teatral y experimental Teatro La Mama. Junto con su esposa, Consuelo Moure, a mediados de los años noventa fundó la escuela de formación de actores para teatro, cine y televisión Estudio XXI, proyecto al que le dedicó todo su empeño por más de dos décadas. Aplaudido y algunas veces cuestionado por sus métodos de formación actoral, sin duda fue y seguirá siendo un referente en la vida artística colombiana.
Nombre y Apellido: Moscovici, Dina
Biografia: Nació en 1928 en Río de Janeiro (Brasil) y murió el 22 de abril de 2020. Directora de teatro y profesora. Novelista y directora de radioteatro y teleteatro. Dina es Hija de Rosa Podval y Emil Mendel Shai Moscovits (Emilio Moscovici). En 1949 viajó a París a estudiar en la Facultad de Derecho de la Universidad de París, y alternó sus estudios universitarios con cursos dictados por Jean Louis Barrault, inscrito en la tradición teatral de Charles Dullin. También recibió clases de Marcel Marceau y de Roger Blin, a quien a acompañó en el montaje hecho por primera vez de la obra Esperando a Godot, con la presencia de su autor Samuel Beckett. En 1950 se doctoró en la Universidad de París. En 1951 ingresó al Instituto de Altos Estudios Cinematográficos de París IDHEC, donde estudió Dirección cinematográfica. Tuvo como compañeros a Louis Malle y Alain Cavalier y se graduó en 1953. También participó como script-girl de la película Orfeo negro de Marcel Camus, ganadora de la Palma de oro en el Festival de Cannes. También estudió Filosofía en la Sorbona y fue estudiante de Henri Lefebvre. En París conoció y se casó con el poeta colombiano Jorge Gaitán Durán. En 1956 llegó a Colombia, junto con su esposo y su hija, y permaneció un tiempo corto en Cúcuta, luego se instaló en Bogotá. En 1958 se separó de Gaitán y en 1960 se casó con el intelectual Francisco Posada Díaz. Después se estableció en Río de Janeiro donde trabajó en el grupo O Tablado. En 1985 regresó nuevamente en Colombia para dirigir la obra Electra, estrenada por el Teatro El Local. Durante su permanencia en Colombia (1956 – 1970), fue directora de puestas en escena y profesora de improvisación y actuación de la Escuela Nacional de Arte Dramático, ENAD (1956 – 1959), donde replicó su aprendizaje sobre el método de la improvisación que apelaba a la memoria emocional del actor. Profesora de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional y directora de los grupos: Teatro Experimental de la Universidad de América, de la Cooperativa de Actores de Colombia, de la cual fue fundadora, delTeatro Estudio de Bogotá y Teatro Estudio de la Universidad Nacional. En 1958 hizo parte de las comisiones del festival de la Corporación Festival de Teatro; fundó el Club del Niño, espacio para la experimentación infantil. Trabajó con intelectuales y artistas plásticos de la época como: Gloria Zea, Gloria Valencia, Emilio Urrea, Vicens, Jorge Gaitán, Fernando Botero, Enrique Grau, Martha Traba, Samper, Francisco Posada. Directora de las piezas de Antonio Montaña, estrenadas en 1959 por la Cooperativa de Actores en el Teatro Colón: El tiempo de la trompeta; También ceniza; Los Trotalotodo, con la escenografía de E. Ramírez Villamizar, programas de propaganda y maquillaje de Enrique Grau y carteles de Fernando Botero.
Nombre y Apellido: Mendoza López, Fernando Emeterio
Biografia: Conocido en el medio teatral con el sobrenombre afectuoso de Piyó. Nació en Ibagué en 1935 y murió en Bogotá el 10 de julio de 2020. Realizó estudios de Arquitectura de la Universidad de América y de Geología en la Universidad Nacional. Formó parte de la agrupación Teatro Experimental Ohel, creado en 1956 y dirigido por Abraham Zalzman. Como estudiante universitario trabajó bajo la dirección de Víctor Muñoz Valencia, destacado por su labor como libretista para el radioteatro de la Radiodifusora Nacional de Colombia, y como traductor y adaptador de obras para el Teatro El Búho. Tuvo vínculos artísticos con el director de televisión Bernardo Romero Lozano en el espacio llamado Teleteatro. Actor en las obras del Teatro Experimental de la Universidad Nacional, el cual fue dirigido por Dina Moscovici, Enrique Pontón, Fernando Corredor y Víctor Muñoz. En 1966 formó parte del grupo de fundadores de la Casa de la Cultura —hoy Teatro La Candelaria— junto con los maestros Santiago García, Patricia Ariza, Carlos José Reyes, entre otros. Soldados, obra basada en La casa grande de Álvaro Cepeda Samudio, no solo fue el primer montaje de la agrupación, sino el inicio de Fernando Mendoza en la construcción de una larga lista de personajes que interpretó para este proyecto teatral. Fueron una cincuentena de montajes en los que participó durante los cincuenta y cuatro años en los que estuvo vinculado de manera activa a la agrupación. Piyó escribió en su biografía para el libro El Teatro La Candelaria y el movimiento teatral en Bogotá 1950 – 1991, publicado en 2013: “Soy Fernando Emeterio Mendoza López y desde la adolescencia me dicen Piyó, no porque tenga algún ancestro francés, sino por ser indio Pijao, auténtico del Tolima. Nací en Ibagué, el 20 de abril del año 1935, cuando las campanas de la Catedral estaban sonando y anunciando la Pascua. Soy bachiller del Instituto Nicolás Esguerra, estudié algo de arquitectura en la Universidad de América y mucho menos de Geología en la Universidad Nacional, he pintado dos óleos y dibujado cinco carboncillos; he escrito algunos cuentos y poemas… El teatro me atrapó con toda su intensidad en combate contra la timidez; y a pesar del autismo he logrado permanecer en el grupo desde su primera obra, hace ya más de cuarenta y cinco años. Cuando vi Galileo Galieli en el Teatro Colón de Bogotá sentí que el proyecto de mi vida estaba en ingresar a un grupo como ese. Cuentos, talleres, invenciones, ensayos, presentaciones, análisis, desde entonces es el grupo que ha fertilizado mi existencia, he trabajado en casi todas las obras por América, el Caribe, Europa y una película en Finlandia”. Piyó fue coautor y actor en las obras colectivas del Teatro La Candelaria, tales como: Guadalupe años sin cuenta (1975), Los diez días que estremecieron al mundo (1977), Diálogo del rebusque (1981), La tras-escena (1984), El paso (1988), La trifulca (1990), El Quijote (1999), Antígona (2006), Camilo (2015), De caos y de cacaos, entre otras tantas obras, algunas dirigidas por Santiago García; Camilo dirigida por Patricia Ariza, estrenada en el 2015, Mientras no se apague el sol (2018), son algunas de las obras de las que formó parte. La historia artística de Piyó se confunde con la del Teatro La Candelaria. Fue un hombre callado, observador, disciplinado, y como lo describe Patricia Ariza “un actor impecable en su ejercicio escénico… Se le ve casi todo el tiempo silencioso, pero entregado en cuerpo y alma al teatro”.
Nombre y Apellido: Lobo Guerrero, María Luisa
Biografia: María Luisa nació en Funza y conoció el teatro a comienzos del siglo XX en Bogotá, cuando entró a formar parte de una de las tertulias artísticas que se organizaban en la ciudad por ese entonces, y por conducto de su hermana Blanca quien estaba comenzando su carrera artística, como partiquina de la Compañía de Zarzuela de los hermanos Del Diestro. María Luisa inmediatamente se entregó con gran dedicación al arte dramático. Al poco tiempo tuvo la certeza de que la zarzuela no era su género y que necesitaba otras opciones para continuar su formación. Decidió estudiar en el exterior. El general Rafael Reyes comenzaba su periodo presidencial y ella consiguió del mandatario un auxilio para ir a estudiar a España, gracias a lo cual pudo matricularse en el Conservatorio de Barcelona. Después viajaría a Andalucía y a Madrid. Algunas fuentes de los años veinte coinciden en afirmar que, en Madrid, María Luisa conoció a uno de los grandes poetas colombianos: Luis Flórez, a quien admiraba desde antes. Este hecho la llevó a añadir poemas de Flórez al final de las temporadas teatrales o en representaciones especiales. Ella recitaba sus poesías y lo hacía con tono y ritmo precisos y con profundo sentimiento, como lo registraba la prensa. Los espectadores siempre premiaban dichos recitales con salva de aplausos y pedidos de repetición. En enero de 1909, la Compañía Dramática Nacional fue reestructurada y se convirtió en la Compañía Lírico-Dramática, con dos directores: Arturo Acevedo Vallarino (el fundador y director tradicional de la agrupación) y el tenor Paco Suárez en la parte musical. En este momento María Luisa Lobo es contratada como primera dama, al lado de la famosa María Antonia Guiott y de un grupo de actores, actrices, cantantes y músicos, entre quienes se hallaba su hermana Blanca, como dama joven. Por ese entonces, María Luisa figuraba en el elenco bajo el nombre de María de Ferro. Después, volvió a utilizar su apellido paterno Lobo y poco tiempo después adicionó el apellido de su madre, y es con los dos apellidos como pasa a la historia del teatro. La estadía de María Luisa en la Dramática Nacional es bastante corta. Se ensayaba Mariana de José Echegaray, bajo la dirección de Acevedo Vallarino, cuando surgieron problemas al interior de la compañía. María Luisa renunció. Posteriormente, ella se unió al actor Nadal Santacoloma, a quien había conocido en París, y ambos decidieron organizar una compañía, la cual itineró especialmente por Centro América, Venezuela, Colombia, Ecuador, bajo el nombre de Compañía Loboguerrero. Su primera temporada en el país fue en Santa Marta y en Bogotá hizo su debut en el Teatro Municipal, el 18 de junio de 1913 con Malvaloca de los hermanos Álvarez Quintero. La compañía continuó su trabajo artístico y a partir de 1914, muy pocas noticias se tienen de la actriz. Al parecer se dedicó al cuidado y al trabajo rural en una finca de su propiedad a orillas del río Magdalena. Se conoce que su muerte ocurrió en Barranquilla, en marzo de 1924.
Nombre y Apellido: Lleras Triana, Ricardo
Biografia: Su nombre completo es José Manuel Ricardo Isabel, aunque se le conocía solamente como Ricardo. Nació en Bogotá el 7 de julio de 1834 y fue bautizado al día siguiente. Sus padrinos fueron Ezequiel Rojas y Manuela de Jesús González. Murió soltero en París (Francia) el 24 de noviembre de 1859. Hijo mayor de Lorenzo María Lleras y de Liboria Triana. Cursó estudios en el Colegio del Espíritu Santo, regentado por su padre. Durante este tiempo comenzó su vida artística, actuando en las obras que su padre dirigía y creando escenografías, dado que tenía aptitudes para la pintura también. Además de estas primeras experiencias actorales, recibió clases con Mateo Furnier y Francisco Belaval, cuando estos dos actores estuvieron en Bogotá con sus respectivas compañías. En 1855, en Medellín se unió al movimiento romántico de la ciudad, donde se destacó como galán y escenógrafo. Fue actor en la Compañía de José Froilán Gómez, actuó en Lucrecia Borgia, drama de Víctor Hugo y pintó la decoración de las escenas del palacio del duque de Ferrara. En 1856 desempeñó el papel de FABIANI en el drama María Tudor de Víctor Hugo. Fue traductor del inglés y el francés. Tradujo las siguientes obras: Compendio de Astronomía ó descripción concisa de los fenómenos más interesantes de los cielos, formado para acompañar una serie de treinta diagramas exhibidos por el microscopio luminoso de Carpenter y Nesley. Bogotá: Imprenta de Echeverría Hermanos, 1852. Armonías económicas, escritas en francés por M. Federico Bastiat, Miembro corresponsal del Instituto y Representante del pueblo en la Asamblea Legislativa. Bogotá: Imprenta del Neo-Granadino, 1853. Conspiración jesuítica. Plan secreto de la orden, revelado y descubierto por el abate Leone, prologado en la edición francesa por Víctor Considerant. La edición tomada por Ricardo para su traducción fue la inglesa, Londres, 1848. El libro contiene la Monita Secreta que la mayoría de los liberales consideraban cierta. Algunos capítulos inicialmente fueron publicados por Semana Literaria del Neo-Granadino. Posteriormente, la publicación completa la hizo Lorenzo María Lleras después de la muerte de Ricardo, para rendirle homenaje a su hijo.
Nombre y Apellido: Contreras, Isabel
Biografia: A finales de noviembre de 1946, en Bogotá se produce una inusitada y desacostumbrada conmoción en los medios artísticos, en especial entre el numeroso y fiel público de la Compañía Bogotana de Comedias, dirigida por Luis Enrique Osorio. La radio instaba una y otra vez a asistir a la representación de la conocida comedia Rancho ardiendo. El gerente del Teatro Municipal hacía llamamientos por los medios a su alcance, se imprimían volantes y los artistas del teatro colaboraban en su distribución y en la información boca a boca. Se trataba de que las taquillas del Municipal estuvieran a reventar, sobrepasaran todos los pronósticos para poder colaborar en una delicada cirugía a la cual se sometería la joven actriz Isabel Contreras, o Isabelita, como la conocía la prensa y el público. El procedimiento médico era una cuestión de vida o muerte. El éxito que había alcanzado Isabel Contreras en el teatro, en tan poco tiempo, se debía a su talento y a un trabajo bien encaminado con sus directores y no a su juventud y belleza. Isabel se había iniciado en el teatro hacia 1943 en la carpa de la Compañía Álvarez-Sierra, artistas chilenos, que en su correría por varios países de América Latina divulgaban nuevos repertorios de la dramaturgia argentina y chilena, y se destacaban por sus modernas técnicas actorales. Durante los años cuarenta, los integrantes de la Compañía Lily Álvarez: Soledad Sierra (madre de Lily), Gabriel Martínez y Humberto Onetto, formaban parte de un conjunto de artífices y también de circunstancias que habían hecho posible el resurgimiento del teatro en el país. Tanto los chilenos como los colombianos, en su afán por divulgar repertorios extranjeros y nacionales, alternaban las tablas con las ondas hertzianas. Este fue el ambiente en el que artísticamente creció Isabel Contreras. Después ingresó como dama joven en la Compañía Renacimiento, que fue establecida por el dramaturgo Antonio Álvarez Lleras para divulgar su producción teatral, y a la cual pertenecían como primeras figuras los actores argentinos Máximo Giraldes, Ester Raspini y Armando Devicente. Isabelita participó en la temporada inaugural de la compañía que comenzó el 3 de marzo de 1944, y continuó vinculada durante la gira artística por el país, hasta que la compañía se extinguió. Tuvo roles en todas las obras del repertorio, entre ellas, Almas de ahora, Los mercenarios y Como los muertos, escritas por Álvarez Lleras, La dama del antifaz de Charles Mere, Su excelencia el doctor Badanas de Carlos Arniches. En algunas funciones pudo representar los papeles protagónicos de la primera dama, debido a inconvenientes de salud de la Raspini, lo cual le permitió mayor experiencia y proyección en el medio. Luis Enrique Osorio la contrató para la Compañía Bogotana de Comedias; su primer papel fue el de AURORITA en Adentro los de Corrosca y luego ESTRELLA en El doctor Manzanillo, ambas piezas escritas por Osorio. Dentro de su conjunto se consagró definitivamente como primera actriz en el Teatro de Colón, en una función patrocinada por Extensión Cultural del Ministerio de Educación, en el papel principal de la obra El hombre que hacía soñar, también de autoría de Osorio. Desde el ensayo general, ante invitados especiales y periodistas, el nombre de Isabel Contreras se empezó a identificar con el de una talentosa actriz. Se escribió que había dado un paso gigantesco en el arte teatral hasta alcanzar la primera categoría: había expresado de “manera admirable” la intrincada psicología freudiana, había logrado la “maravillosa creación” que todos en el teatro aplaudieron sin reserva alguna. De manera simultánea, la Contreras recibía elogios por su papel de NATACHA, la anarquista de Bombas a domicilio que, según se decía, Osorio lo había creado especialmente para ella. Terminadas las funciones del Colón, la Bogotana de Comedias viajó a Venezuela a finales de 1945. A comienzos de 1946, para la Semana Santa de ese año, Isabel es contratada por la Compañía Española Baus-Calero, para integrar el elenco que representaría El Señor de Galilea del poeta español Luis Fernández Ardavin. Otros artistas colombianos la acompañaban: César Borrero, Guillermo Gálvez y Ernesto Bernal. A finales de dicho año Isabel Contreras se preparaba para independizarse. Pretendía organizar su propia compañía y ya había logrado un turno en el ocupadísimo Teatro Municipal para comienzos de 1947. Con grandes ilusiones realizaba estas gestiones la joven actriz, cuando su salud la traicionó.
Nombre y Apellido: Bayona, Héctor
Biografia: Nació en 1949 y murió el 6 de agosto de 2019. Actor, director y profesor. Estudió en la Escuela Distrital de Teatro. Miembro fundador del Teatro Libre de Bogotá donde fue actor de planta y miembro del Consejo Artístico. Por algún tiempo se encargó de la divulgación de las actividades culturales del TLB. Profesor de actuación e interpretación, coordinador académico de la Escuela de Formación de Actores del Teatro Libre y del Taller de iniciación actoral de la Universidad de los Andes. Director de teatro universitario de los grupos de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, de la Escuela Superior de Administración Pública; del Politécnico Santafé de Bogotá; del Colegio Mayor del Rosario, y de la Universidad de los Andes durante catorce años, de 2002 a 2016. Sus alumnos, compañeros y amigos siempre lo escucharon decir que lo más importante era el personaje, no el actor. Así que después de cuarenta y seis años de estar en los escenarios mostrando sus habilidades para cambiar de piel, lo recordaremos por muchos de sus personajes: Zape en Un pobre gallo de pelea (1973); El Maestro en La madre (1974); Don Alfredo en Los inquilinos de la ira (1975); El Mocho en La huelga (1976); Benigno Sampués en La agonía del difunto (1977); Gloucester en El rey Lear (1979); Thomas Putman en Las brujas de Salem (1981); el Estudiante sopista en Farsa y licencia de la reina castiza (1982); Algodón Martínez en Los Andariegos (1983); Henry Macy en La balada del café triste (1983); Director de la compañía en Seis personajes en busca de autor (1984); El Rata en Un muro en el jardín (1985); el Maestro de Filosofía en El burgués gentilhombre (1985); Duncan en Macbeth (1985); Aurelio Soto en Sobre las arenas tristes (1986); Frederick en Entretelones (1987); Lope de Aguirre en Lope de Aguirre (1988); Alex en El pelícano (1989); El Amo en Jacobo y su amo (1992); Chichicov en Almas muertas (1992), entre otros muchos personajes que representó. Participó también en los coros de La Orestiada. En el de ancianos en Agamenón, en el de esclavas en Las oferentes (Coéforas) y en el coro de Erinias en Las furias (Euménides). El Teatro Libre de Bogotá se propuso adaptar un conjunto de cuatro obras de Dostoievski, a partir de 2006, y en ellas participó Bayona: Crimen y castigo, El idiota, Los demonios y Los hermanos Karamazov. Héctor Bayona no solo fue actor, el teatro le permitió estudiar, investigar, ampliar sus posibilidades artísticas y moverse dentro de ese amplio conjunto de actividades y oficios que el teatro brinda y que, además de permitirle enriquecer sus personajes y mantenerlos dentro del marco de cada montaje, le abrió ventanas a otras experiencias como adaptador de obras, realizador de espectáculos infantiles y de comparsas de teatro callejero, diseñador de escenografías para los montajes: Extraña pareja (1986), El último de los amantes ardientes (1987), para el Teatro Nacional; Pequeño negocio de familia (1988); Juan Gil de J. E. Rivera, para Cafam; Refugio de pecadores (1995). Igualmente concibió vestuarios y maquillajes. Fue asistente de dirección en el TLB de Un fénix demasiado frecuente y de El burlador de Sevilla. En 1991 dirigió La vida es sueño.
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